Sin importar qué prendas hayas elegido vender y la plataforma en la que vayas a ofrecerlas, lo que está claro es que las elegidas tienen que verse impecables y sus fotos tienen que apreciar todo aquello que importe.
Primero de todo: la prenda debe estar lo más limpia y bonita posible. Para ello la lavaremos y plancharemos, si la prenda lo permite. Un detalle extra sería quitarle las bolitas que se forman por el uso, con un quitapelusas eléctrico o manual.
Para poder realizar las fotos que detallen y presenten cada una de nuestras prendas, adaptaremos un espacio de nuestra casa. Puede ser una pared con un tono neutro y claro, a ser posible, blanca. O bien, colocaremos sobre el suelo una sábana blanca bien planchada y sin arrugas, para poder situar al centro de ella, cada una de las prendas. En el caso de prendas claras, nos vendrá bien un fondo oscuro.
Además de la elección del fondo, buscaremos una fuente de luz externa a la que puede provenir de la cámara o móvil y que puede ser una lámpara cenital (aunque no recomendable) o un foco de fotografía. Importante que se trate de luz blanca y realicemos las fotos en un lugar alejado de cualquier otras fuentes de luz para evitar brillos.
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